LA CEREZA

Las cerezas cultivadas en el Valle de Las Caderechas tienen un sabor y un olor particulares, muy apreciados por el consumidor. Lo que les da ese toque especial es el equilibrio que mantienen entre dulzor y acidez. Son recolectadas a mano y seleccionadas cuidadosamente, descartándose las no cumplen con las características establecidas por la Marca de Garantía “Cereza del Valle de Las Caderechas”.

Otra de las características que distinguen a las cerezas del Valle de Las Caderechas es lo tardío de su fecha de recolección. Mientras que en otras regiones fruteras españolas la temporada de recolección se inicia en abril, en Las Caderechas empieza en junio y se prolonga hasta la primera semana de agosto. Así, el valle proporciona cerezas de calidad en un momento en el que el resto de la producción ya ha sido vendida. Esto es posible por el microclima de la zona, por su elevada altitud y por la elección de ciertas variedades de cerezo,que florecen y fructifican más tarde.

 

 

Recolección

Las cerezas del Valle de Las Caderechas se recolectan a mano, sin intervención de medio mecánico alguno.

La elección del momento en que el fruto se recoge es clave, puesto que la cereza es un fruto no climatérico, es decir, que no madura una vez arrancado del árbol.

Los fruticultores del Valle han desarrollado un conocimiento basado en la experiencia y en la cata de los frutos, que les permite decidir cuál es la fecha idónea para comenzar la recolección.
Por la situación geográfica de Las Caderechas, por su elevada altitud (por encima de los 600 metros) y por su particular microclima, aquí la recogida de la cereza empieza casi un mes y medio más tarde que en otras regiones españolas, prolongándose hasta la primera semana de agosto.

Tras la recolección, las cerezas son seleccionadas, desechándose aquellas que no cumplen las características de tamaño y presencia requeridas por la Marca de Garantía.

Cada una de las cajas se identifica con un número que permite conocer en qué parcela se ha cultivado y qué tratamientos ha recibido. También informa de dónde ha sido almacenada y en qué condiciones.

 

LA MANZANA

Quien prueba una manzana reineta del Valle de Las Caderechas no olvida su agradable acidez, compensada con un alto contenido en azúcares. Este sabor intenso es lo que distingue a las reinetas del valle de las producidas en otras regiones. También es característica la herrumbre superficial o ‘russeting’, un moteado de color pardo que cubre parte de su piel y que constituye una garantía de origen.

En Las Caderechas se cultivan dos variedades de reinetas, la Reineta Blanca y la Reineta Gris. Se recolectan y se seleccionan manualmente, desechando las que no cumplen los requisitos de sabor y presencia establecidos por la Marca de Garantía “Manzana Reineta del Valle de Las Caderechas”.

 

 

 

Recolección

Las manzanas reinetas del Valle de Las Caderechas se recolectan a mano, sin ningún medio mecánico.

Los frutos se comienzan a recoger en septiembre y cada fruticultor elige con cuidado el momento exacto para hacerlo. Dado que una vez separadas del árbol las reinetas siguen madurando, los productores del Valle evitan cosecharlas antes de tiempo, pues obtendrían frutos de menor tamaño y con un bajo índice de azúcares.
Tras la recolección, las manzanas reinetas son seleccionadas, desechándose las que no cumplen las características de tamaño y presencia requeridas por la Marca de Garantía.

Cada una de las cajas se identifica con un número que permite conocer en qué parcela se ha cultivado y qué tratamientos ha recibido. También informa de dónde ha sido almacenada y en qué condiciones.

La Marca de Garantía prohíbe el uso de cámaras de atmósfera controlada. Estos controles en la recolección, el almacenaje y la distribución de la fruta permiten que nuestras reinetas lleguen a los consumidores en un estado óptimo.

Debido a la evolución natural de las manzanas durante la conservación, distinguimos entre dos tipos de manzana en función de la fecha de expedición, y cada uno de ellos deberá cumplir en la cata con las características organolépticas correspondientes. Así distinguiremos entre la manzana de “Temporada”, que es la expedida entre la fecha de recolección y el 1 de noviembre de cada año, y, por otro lado, la manzana de “Bodega”, que es la expedida entre el 1 de noviembre y el 1 de julio del año siguiente al que ha sido recolectada. La correspondiente mención aparecerá en el etiquetado.